Va
para casi un año que he escrito sobre normas, medidas, actuaciones que se
pueden acometer. He ampliado, aclarado y dado detalle de muchas de ellas.
Apenas si he intervenido para mostrar la situación que sufre nuestro país, sus
causas, los motivos endémicos que los genera. La gente no sólo los conoce y los
intuye sino que los sufre. Me he
centrado en aportar soluciones sin mirar ni denunciar culpables. Hoy,
diré algo alto y claro, sin ningún tipo de recato:
O CAMBIAMOS O NOS VAMOS AL GARATE
Todo
hace aguas en España, en mí querida España. Tires por donde tires. Lo mires
como lo mires. En cualquier sitio, en cualquier instancia, en cualquier
situación. Desde las más altas esferas hasta las capas sociales más bajas.
¡Es vergonzoso! ¡Siento vergüenza ajena! ¡Me
siento culpable! ¡No hay explicación!
Y es
que ejemplo donde mirarnos son espejos que chirrían, desportillados,
putrefactos, macilentos, como sepulcros corrompidos que se debieron extirpar
hace muchos años.
Hubo
un sistema cerrado, excluyente, opaco de por medio. Han pasado cerca de
cuarenta años y la tierra está
abonándose para que la siembra de más
calamidades. Y eso parecer no verse: ¿Qué hacen seis millones de personas en
paro?
No
hay control, por importante que parezca, que ejerza sus funciones. Ni en lo
público, ni en lo paraestatal, ni en lo privado. Fundaciones, donaciones,
levantamientos de bienes. Latrocinios, engaños, corrupciones. Y un lago
etcétera que consideran que administrar es robar, falsear, favorecerse,
beneficiar a los suyos, dilapidar, pasar desapercibido, ganar votos, enriquecer
a sus empresas, traspasar beneficios, enfangar
lo público, privatizar lo rentable, crear empresas fantasmas, llevarse
el dinero a paraísos fiscales, estafar, desahuciar, no contabilizar o emplear
contabilidad creativa, condonar, indultar, ceder a cambio de favores y, en
definitiva, se llame como se llame, abrir la mano por la parte posterior de la
cintura.
Es
decir, todo el sistema se corrompe,
basándose en el ladronicio y el que venga detrás que arreé. Así se
convierte en una canalla y en una vergüenza: el despropósito más grande de la
historia de España, excluida la Guerra civil que es a la que algún político nos
aboca; menos mal que las armas están en los cuarteles y los hombres de bien,
velan por la paz y el amor de los suyos, pero aquí y así no hay quien viva.
No
desaprovechemos la ocasión propicia de la crisis para ponernos de acuerdo: NI
UN CAPITALISMO SALVAJE, NI UN COMUNISMO RANCIO, en los que sólo ganan unos
pocos. Cedamos algo todos, por mucho que tengamos el poder o la mayoría.
Pongámonos de acuerdo en los grandes temas y ganaremos todos. Un año es un
plazo razonable para que hombres buenos se pongan de acuerdo en la Salud, en
la Enseñanza, en la Justicia…; mientras que el Gobierno prohíbe el paro tapando agujeros.
En
España han cambiado muchas cosas en poco tiempo: LAS PERSONAS, LOS VALORES, LAS
IDEAS… Y LAS QUE NOS ESPERAN, AL PASO QUE VAMOS. A mí me gustaría que una sola
cambiara: LA IDEA DE LAS DOS ESPAÑA. De
nosotros depende. Mientras tanto, que la PAZ y el AMOR nos unan.