sábado, 26 de octubre de 2013

MOC2e):OTRAS CUESTIONES DE INTERÉS

OTRAS CUESTIONES DE INTERÉS apuntadas en el Proyecto de Ciudades Ocupacionales-P.C.O. son aquellas que regulan y acaban con las subvenciones, los subsidios, las donaciones, los sueldos vitalicios, las limosnas, la duplicidad de funciones administrativas, las ayudas a fondo perdido y otras generosidades y opacidades a cambio de nada, que se realizan con el dinero de todos. El dinero público ha de servir para el beneficio público no para personas o sectores privados. El dinero no se ha de dispersar en cuentas diversas de entidades financieras privadas. Antes, se hace conveniente la creación de un Banco público comercial (aunque España cuente ya con tal entidad, merced a ayudas que se debieron evitar) del que el ICO puede formar parte, por ejemplo, para que, además de lo comentado en anteriores entradas, canalice los caudales públicos y, a través suyo, obligatoriamente, operen las administraciones del Estado e, incluso, los entes receptores de sus fondos (Casa Real, Gobierno, Cortes, Ministerios, Consejerías, Juzgados, Ayuntamientos, Cabildos, Sociedades de la Administración, Universidades, Partidos, Sindicatos, Iglesias, etcétera). Un BANCO ESTATAL operativo al servicio del interés público; capaz de satisfacer demandas privadas y empresariales, en su caso, potenciando iniciativas, soluciones de financiación, siendo competitivo con Honorabilidad, Transparencia y Rentabilidad, que han de ser los principios generales para todas y cada una de las personas físicas y jurídicas. Un extracto bancario único será el fiel espejo donde ver las cuentas: Una medicina ideal para no tener que viajar a paraísos fiscales, sociedades interpuestas y otros, en busca de trazas y transparencia.
Capítulo aparte merecen los conciertos globales a establecer respecto al ADELGAZAMIENTO DE LA ADMINISTRACIÓN, LA SANIDAD, LA EDUCACIÓN, LA JUSTICIA, que han de llevarse a cabo con carácter Universal y Gratuito por los técnicos respectivos, independientemente de la ideología que mantengan, en aras a los principios antes apuntados, que nos conduzcan a la igualdad de oportunidades con eficacia y un desarrollo confortable. No ha de darnos miedo, si es preciso, el cambio de la Constitución y adaptarla convenientemente. Nada existe inmutable, ni siquiera el hombre lo es, por lo que tampoco lo será la soberanía, la tierra o la forma de vivir de la gente. ¿Por qué no convertir al personal de las diputaciones, por ejemplo, en asesores, promotores de empleo o trabajadores de otras empresas públicas? ¿Por qué no aunar las Comunidades Autónomas uni-provinciales en nuevos territorios? ¿Por qué no elevar el esfuerzo, el trabajo, la propiedad, el bien común…, los derechos y las obligaciones de los ciudadanos consagrándolos a Responsabilidad de Estado?

En el P.C.O. insistimos en el acuerdo y la convivencia, resaltando que en democracia son necesarios la flexibilidad, el respeto a las ideas y la libertad de poder decidir; lo básico y la igualdad de oportunidades que proporciona la educación y la justicia no se puede obviar. 

sábado, 19 de octubre de 2013

MPC2 d) APAGÓN ECONÓMICO: Explotación de activos

La semana pasada veníamos a decir que ninguna entidad pública (administración, sociedad estatal, paraestatal, con alto porcentaje de capital público) gastará más de los ingresos que obtenga. Una desviación presupuestaría altamente significativa denota una negligencia y, por tanto, la aplicación de un castigo a quienes corresponda la responsabilidad. Sólo en caso extraordinario (algún contingente especial o una catástrofe; nunca para gastos corrientes, que han de ser liquidados en tiempo y forma) se recurrirá a la emisión de deuda. Hoy, ajustándonos a la guía presentada, dentro del grupo del APAGÓN ECONÓMICO, hablaremos de otra medida a seguir: LOS  ACTIVOS COMERCIALES.
 Hay que exigir que ninguna sociedad, ente o autónomo público o privado, tenga en su patrimonio bienes que no sean necesarios para la función que desarrolla. Ha de ser de obligado cumplimiento sacarlos de sus balances y explotarlos. Una sociedad sin actividad, en pérdidas, patrimonial o interpuesta para eludir impuestos, fundaciones, ONG sin contenido y otras de similares características, sufrirá la expropiación de sus bienes de mantenerlos, en tal situación, durante tres años consecutivos. Igualmente, serán susceptibles de estudio para proceder de forma análoga, con los campos baldíos, los inmuebles cerrados y otros bienes sin función social, durante similar periodo de tiempo, aunque sean de titularidad no societaria.
¿Qué interés representan tales medidas? Si las entidades en general sacan de sus balances LOS BIENES IMPRODUCTIVOS Y LOS NO NECESARIOS PARA SU ACTIVIDAD a fin venderlos u  optimizarlos (de forma propia o a través de empresas creadas al afecto), obtendrían mayor liquidez y anularían sus costes de mantenimiento. Conforme veremos más adelante, al hablar del Plan ocupacional, hoy la Administración se haría cargo de la mayoría de tales activos. Las personas jurídicas carecerán de bienes y derechos inmovilizados no inherentes al uso o fin de su negocio, salvo que sean sus mercaderías. Es decir, una sociedad no bebe ni come, no camina ni navega, no crea ni intuye, todo ello es propio de la persona física. Éstas podrán garantizar a una sociedad con tales activos que, en caso de adjudicárselos, los contabilizará en epígrafes claramente diferenciados para su liquidación dentro de los plazos previstos. Se distinguirá la explotación del disfrute, susceptible de sanciones a la persona física o jurídica.

Por lo general la empresa desarrolla aquello que le proporcione beneficios; de ninguna manera lo que no le sea rentable. La empresa pública debe acometer lo que sea beneficioso para sus ciudadanos. Ambas empresas por tanto, competirán sin que ninguna se considere perjudicada o en desigualdad. Muchos negocios públicos se privatizan para que éstos obtengan beneficios y, de no ser rentables, vuelven al Estado socializando las pérdidas. Esto ha de evitarse coexistiendo lo público y lo privado en libre competencia. En ello se incluye a la banca, la sanidad, la educación, los alimentos y demás empresas y servicios sensibles.

domingo, 13 de octubre de 2013

MPC2-APAGÓN ECONÓMICO: FINANCIACIÓN

El Movimiento de la Persistencia hacía la Concordia (MPC) me lleva, conforme al guión establecido, al Apagón Económico en su medida: c) La Emisión de Empréstitos y otros créditos.
De no mediar una situación especial, es inadmisible elaborar unos presupuestos con déficit ¿Alguien medianamente juicioso calcularía gastarse 100 cuando sólo puede ganar 90? Únicamente una catástrofe, un contratiempo imprevisto o una clara inversión, serían la razón para endeudarse y recurrir al crédito. Ni que decir de la excepcionalidad del mismo.
Así lo ha de hacer un buen Gobierno, una empresa, una familia o cada uno de nosotros. ¿Por qué no lo hace la Administración? Confiar en los recursos de terceros es vender a bajo precio el mejor de nuestros activos o valores. No hay nada más triste que pasar hambre y, en situaciones de emergencia, no nos queda, a veces, otro remedio  que estar hambrientos. Nuestro Gobierno no nos da ejemplo de estrechez, persiste en endeudarse, dispara con pólvora ajena y, a estas alturas, todo mundo sabe de los vientos contrarios que soplan sobre los débiles, soportando hambruna y calamidades, mientras ellos, los poderos, aumentan su defensas  incapaces de renunciar a sus privilegios.
La medida que fórmula el Proyecto de Ciudades Ocupacionales (PCO) es que el Estado no ha de emitir empréstito alguno y, por tanto, tampoco ninguna administración, (salvo por lo citado o puntuales momentos de liquidez). NO MÁS DEUDA. Resulta muy halagador el ofrecimiento financiero; un  regalo envenenado como el traicionero elixir del éxito que se le brinda al joven que necesita crecer, descubrir o triunfar. Son las tentaciones del diablo, esa generosa ofrenda falsa que atrae, atrapa y domina. Hoy día nadie ignora quién manda en los Gobiernos y por consiguiente en los destinos a los que lleva a sus gobernados. España no es una excepción; al contrario, ha bebido los tramposos remedios de los banqueros y el Gobierno está apresado por sus pócimas.
¿Y qué se puede hacer? Hay soluciones varias que hoy no comentaré, dado que de lo que se trata es de implementar un Nuevo Sistema. Grito, sin embargo, que más sangría no: ya está bien de llevarnos a un abismo sin retorno.
El PCO aboga por temporales créditos para cubrir carencias en determinados momentos y aboga porque lo hagan las empresas y demás personas pero no por el Estado, que tiene resortes más que suficientes para financiarse; de ellos hemos hablado y seguiremos haciéndolo al comentar más grupos de medidas a implementar.

Revitalizar los diferentes tipos de crédito será de utilidad primordial. Convendrán conmigo, que un Banco público (¡qué ya tenemos!) serviría de plataforma para ensayos de esta clase. Mediar, financiar, garantizar, asegurar, confiar, es característico de entidades bancarias (no se puede juzgar toda una trayectoria sería, por hechos puntuales o por una politización fiduciaria punible) y a ellas han de encomendarse la labor en la obtención de recursos para pequeñas empresas, autónomos, sociedades de nueva creación, cooperativas, uniones empresarias y demás. Igualmente, dar diferenciación a los pasivos (recursos líquidos) que las mismas obtienen, determinando de antemano su finalidad, puede ser de interés, así como aligerar los abultados costos de tarjetas, avales, comisiones y otros medios  (amortizados hasta el infinito) y referenciar los intereses al precio del dinero. En esto, como en las demás actividades, la empresa (banco) pública  ha de competir lícitamente con la privada.

lunes, 7 de octubre de 2013

El derecho a decidir del señor Mas



Hago un hueco en el M P C para expresar a Artur Más que, aun teniéndole por persona inteligente y no un iluminado como parece, resulta difícil entender su discurso y justificarlo.
¿A quién se le ocurre insistir en que el Gobierno de la Nación incumpla la Ley?
Ello me da que pensar que no busca lo que cree, sino más bien trata de aprovechar la oportunidad de su cargo para saciar su ego personal o ha llegado a convencerse que está en posesión de la verdad: Erre que erre con “el derecho a decidir”. Acaso, ¿cada uno de nosotros no tenemos derecho a decidir?: Naturalmente que sí.
A mi barrio, si tuviéramos opción de hacerlo, lo separaríamos del resto de los barrios de la ciudad; posiblemente, ésta, de igual forma, lo haría de la región: es la población que menos beneficio recibe de la Comunidad Autónoma y la que más aporta. La gente de mi barrio  contribuye al sostenimiento de la ciudad doblemente; pertenecemos en su mayoría a clase alta, acomodada económicamente, con identidad bien diferenciada al vivir en una urbanización casi independiente, por lo que nos costeamos el mantenimiento de sus instalaciones, la recogida de basuras, la iluminación, el cuidado de jardines  y servicios que, de no costearlos, el ayuntamiento nos privaría de ellos por su falta de presupuesto.
Usted, señor Mas, como presidente de una nación o como alcalde, en su caso, ¿nos permitiría qué decidiéramos no pertenecer e independizarnos del municipio que nos discrimina? O, mejor dicho, ¿nos autorizaría a solicitar el derecho a decidirlo? Sin duda, no contestaría; cualquier contestación es tramposa. Diciendo sí, infringiría la ley; diciendo no, quebrantaría el derecho sagrado de toda persona. El espacio o territorio que ocupa nuestro barrio nos pertenece y, por casualidad, no sólo hemos nacido en él, sino que además lo ocupamos y lo queremos con orgullo ¡En él se han descubierto restos prehistóricos característicos de nuestras costumbres! Usted señor Mas, con seguridad, echaría manos a la Ley y, por supuesto, no la violaría, ni tampoco permitiría una excepción a la misma.
Sería muy fácil instigar en contra del ayuntamiento y, más aún, contra una España en llamas que, por ellas, está siendo devorada. Recurrir al proselitismo de una creencia e inhibirse de responsabilidades, es tan temerario como la desinformación de sus seguidores,  sin ver que el incendio no cesa, mientras sus arrestos no saben cómo apagarlo.
Cámbiese la Constitución. Contribuya a ello sin vulnerar la ley. Procure no enfrentarnos y remedie el malestar provocado. En definitiva, lo que la gente quiere es vivir su tiempo en libertad y dignamente, al margen del político de turno que le haya correspondido en suerte. Por tanto, escuche a todos, no sea populista, acepte las verdades objetivas. Es tiempo  para luchar por la independencia de ideas, por cambiar la ley que nos aísla, por hacernos ciudadanos del mundo. La mentira no tiene más camino que el fracaso y en ella, hacerse el mártir es pura demagogia. Somos todos iguales, sin derechos de nacimiento, conforme la Naturaleza nos programa. Y a eso debemos tender. Por eso merecerá la pena el sacrificio.
Concebir su actuación motiva este escrito (excepción a la continuidad del MPC iniciado) dado que yo también defiendo mis ideas y continuaré haciéndolo vehementemente mientras no se me demuestre lo contrario, sea rebatido y acepte mejor coherencia que la expuesta  en mi Blog Ciudades Ocupacionales, que tal vez a usted le interese por la cuestión que trata.