sábado, 27 de abril de 2013

PARTIDO X, PARTIDO DEL FUTURO


He visto en la prensa una alternativa política: Partido X, Partido del futuro.
¿Por qué no? Llega en un momento idóneo para hacer albergar esperanzas a mucha gente que si no las han perdido, están a punto de hacerlo. Unos ciudadanos esperando a que algo suceda para que España cambie, hartos de tantos mangantes, de políticos sin escrúpulos, de caprichos y engaños de un poder a cubierto confortablemente, permitiendo la deriva de millones de habitantes al grito de sálvese quién pueda, entre el lodo y la miseria. Están logrando que una reducida clase media avance hacía la resignación, apuntalada por la inseguridad política, social y económica, que nunca imaginó sucedería. Una resignación similar que la historia cuenta pasó después de la guerra incivil sufrida. Que aguarda un milagro como la anunciada venida de un Mesías, que no llega; al contrario, la impotencia y  pesadumbre de su precaria y desaforada situación, sólo consigue taponarles aún más en la desesperación como una pesada losa.
Todos los esquemas se vienen abajo.
Creo que siempre es un buen momento, si se está convencido de ello, para hacer las cosas que se tengan que hacer; sin esperar siquiera la ocasión o la oportunidad más propicia. Cierto es, que éstas se presentan sin pensar, pero conviene no apresurarse, no apasionarse.
¡Democracia y punto!
Un amplio y utópico mensaje. Me gusta. No su anonimato dentro de las últimas tecnologías en las que no estoy muy ducho; dan lugar al recelo, al engaño del que estamos escaldados.
Antes, como ahora, supongo; para conceder crédito a una persona, debe saberse, cuanto menos, lo siguiente:
¿Quiénes son? ¿Para qué lo utilizarán?  ¿Qué capacidades de devolverlo tienen? ¿Cuál es el beneficio para ambos? Es decir, ha de estudiarse a la persona, lo primero; el motivo o el fin al que se destine, lo segundo; y, por último, el resultado. Tanto como decir: Moralidad y solvencia; objetivos y posibilidades;  condiciones y rentabilidades.
Vengo a decir que lo importante son las personas. Una persona que ha sido capaz de robar o matar, robará y matará, no se dude. Deberán ser analizadas y ver si responden a un pasado honorable o no. En caso negativo, no hay que seguir. Hay que olvidar el resto del estudio: no perder el tiempo con palabras,  perspectivas o promesas. Ni oír, ni creer en arrepentimientos.
Después: Fines, proyectos,  objetivos. ¿Qué pretenden? ¿Cómo se disponen a conseguirlos? ¿Tienen capacidad para hacerlo? ¿Qué arriesgan? ¿De qué disponen? ¿En qué tiempo? ¿Son aspectos posibles? ¿Los pueden cumplir? ¿Qué ofrecen? ¿A qué se comprometen?
Por último: ¿Se obtendrá una rentabilidad clara y razonable? ¿Para qué? ¿Para quién? ¿Se ajusta a los principios de Honorabilidad, Transparencia y Rentabilidad requeridas?
Si las repuestas nos dan el OK, adelante. No sin antes plasmarlo por escrito. Contraer un compromiso. (Por ejemplo, la responsabilidad de desalojar el hemiciclo y convocar nuevas elecciones). Marcar unos plazos, unas reglas. Que pueda comprobarse y ser ratificado. Anular la hegemonía de los privilegios, de los monopolios. Del toma y daca del PP y el PSOE ¡Adelante! Les invito a leer este blogs, por un Sistema social diferente. Tomen nota de la dirección: http://ciudadesocupacionales.blogspot.co.uk/

sábado, 20 de abril de 2013

LAS ESTAMPITAS DE CADA DIA


Leer diariamente los periódicos, enterarse de las noticias cada día, visualizar lo que sucede en España es un ejercicio que no sé cómo calificar: Apasionante, preocupante, desconcertante, triste… Me desentierran viejas palabras de un profesor de la época de Franco ironizando: “Vivir en España es emocionante sin saber qué nos pasará mañana. Lo prefiero a vivir en Suecia, sabiendo al céntimo la pensión que se cobrará dentro de veinte años”.
Cada información forma parte de una maraña de acaecidos apetitosos para el periodista, pero sorprendentes para el receptor al que la inquietud lo subleva, lo mata poco a poco. Dejar de estar al tanto de la actualidad durante, supongamos, una semana, relaja y dosifica tanta angustia, que es  un ejercicio igual de recomendable como al contrario. Gracias a quienes nos ilustran, ya no sólo con las noticias, sino con sus opiniones. Gracias a ellas, podemos evaluar los variopintos puntos de vista que nos enriquecen, acreditando que no son máquinas.
He leído que corrupción se escribe corruPPción; socialista, sociOlisto y otras lindezas por el estilo. Me he ratificado que es más fácil sobornar tentando a los que pueden decidir, que caer en la tentación, aunque para la iglesia sólo el sexo sea pecado. He aprendido a engordar facturas contratando, insinuando, compartiendo. He comprobado como insultan, calumnian, utilizando pregoneros que cantan loas a sus contrarios, sin pruebas, sin recatarse, cuando duele, con la insidia del tú más. He visto arrojar a pobres por la Roca Tarpeya quitándoselos de la vista, sin considerar lo mucho que han generado, apartándolos de sus proximidades. No he querido pensar qué pasaría si la mayoría de la gente, como ocurre en algún país civilizado, tuviera acceso a las armas. Me ha resultado inevitable suspirar ¡Qué horror! Detesto al capitalismo que sangra al indefenso, exprime al débil y fortalece su impunidad  ampliando más la miseria con la anuencia, ayuda y protección del Gobierno. Nada que ver con la sagrada propiedad privada que nos venden. ¿Quién es Berlusconi que su ex mujer, contrariada, le reclama cien mil euros diarios de pensión por la separación, al ofrecerle tan sólo siete millones de una vez y trescientos mil euros mensuales? ¡Cuánto no habrán trabajado ambos! ¡Cualquiera de los dos, podría equipararse a mil empleados cobrando quinientos euros al mes! ¿Eso es moral capitalista?  ¡Maldición! Morirán aunque no quieran.
Asisto atónito a evidenciar la mínima expresión razonable que tenemos respecto al resto de los animales y no puedo por menos evitar justificar al hambriento que toma alimentos allá donde pueda conseguirlos, porque eso no es robar. Ni a aquel que se defiende de las agresiones que sufre, matando a sus atacantes, porque eso no es un crimen. Al contrario,  es  el poderoso, el arrogante, el avaricioso, el que mira por encima del hombro, abusando de su posición, quien vilipendia, roba y mata, como si estuvieran en sus manos otras  vidas que no le pertenecen. No puedo, mientras no me demuestren lo contrario, sino corroborar que la alternativa que vengo dando a conocer en este blog, está pensada para la totalidad de los hombres de la aldea en la que vivimos siendo personas, no seres capaces de robar y matar sin causa, cuando hay para todos y todos tenemos cabida. Que no me justifiquen la existencia de la sagrada propiedad privada cuando uno a muerto; que no me justifiquen el derecho exclusivo a decidir sobre un territorio por haber nacido fortuitamente en ese lugar; que no me justifiquen que el dios es judío, distinto al de los demás; que no me justifiquen las mentiras de la democracia del mercado liberal porque no existe; que no me hagan comulgar con ruedas de molino. Basta de trolas. Humanos, personas de carne y hueso, capaces de adquirir el saber y emplear los recursos, luchad por ellos, que no son de nadie y a todos nos pertenecen

sábado, 13 de abril de 2013

LA TEORÍA DEL CUADRÁNCULO: UNA MEDIDA POLÍTICA


El PCO-Proyecto de Ciudades Ocupacionales que se ha de imponer en una humana y civilizada convivencia, nos habla de La Teoría del Cuadránculo procedente de las palabras “cuadrar” y “culo”, como medida política importante para que una parte posterior de nuestra anatomía no se asiente de manera in saecula saeculorum en la poltrona de un poder que con la muerte, afortunadamente, deja de ser en muchos casos voluntad única del individuo por perseverar en ella. Así, por ejemplo, la figura del Jefe del Estado, Rey, Presidente de la República u otro que se designe, no ha de mantenerse, ni presentarse a una reelección, por más de dieciocho  años, aunque él lo quiera. ¿Qué pasaría? Realmente nada. Nada que no pueda enmendarse al cabo de otra docena y media de años nombrando a otro individuo; porque en definitiva es cuestión de personas no de cargos, ni de oficios, ni de nada que se le parezca, dado que todo es prescindible; ni siquiera lo es el Dios que veneran las religiones. La historia nos muestra que su existencia no es cuestión de telas, estatuas o suntuosos  edificios en los que se negocia con su creencia. Nuestro Rey, el Presidente del Gobierno, el alcalde o el Presidente del Consejo de administración de una compañía por ejemplo, no tendrían que ostentar el cargo ni un día más del que estuviera establecido, por mucho que quisiera permanecer sirviendo intereses que cuadren a su culo y, menos aún, sin que la mayoría de los ciudadanos o accionistas los hayan votado, llegados por la gracia divina o con ambas manos tapándose sus vergüenzas. Ni siquiera ha de caber esa posibilidad en el cargo de cualquier otro individuo situado, más o menos visible, por muy acoplado inexpugnable y confortablemente que esté. Cargos eternos sólo es propio de dictadores u hombres llegados por la fuerza que se consideran imprescindibles. ¿Qué hubiera pasado si la Segunda Guerra Mundial la hubieran ganado los del otro bando? ¿Continuarían por la gracia de Dios o por el poder de la fuerza de Hitler e Hirohito, Mengele y la Unidad 731 respectivamente?
Dentro del PCO, este un grupo de medidas políticas contemplando la financiación de Partidos y Sindicatos que, entre otras, habrá de realizarse obligatoriamente por todos los ciudadanos, mediante una pequeña cuota, a través de la Declaración de Renta y Patrimonio, designando una casilla al efecto y elegir a la organización que crea conveniente.
¿Alguien se preguntará por qué el ciudadano ha de pagar obligatoriamente a partidos políticos y sindicatos? La respuesta es obvia. Responden a los intereses de los ciudadanos, procurándoles una forma de vivir ordenada y defendiendo los intereses individuales de las personas trabajadoras, respectivamente. Con esta y otras medidas se trata de dar mayor importancia al hombre que a su cargo, empleándose en vivir para trabajar y no en trabajar para vivir, dado que el hecho de estar ocupado, produciendo su cuota de producción, toda persona podrá subsistir.
El sistema capitalista atribuye todos sus problemas echando la culpa al empleado por trabajar demasiado poco y ganar excesivamente. El Gobierno incluso reduce los sueldos de los funcionarios. Nada se dice al respecto de las responsabilidades de ejecutivos, de empresarios y de su rendimiento, de sus elevadas retribuciones, de sus contratos de futuro, de tantas argucias con las que nos sorprenden. Pues bien, para ellos (personas también) está ideado el PCO-Proyecto de Ciudades Ocupacionales, dejando claro que: Los que ejercen la labor pública pueden desempeñar estupendamente  trabajos privados. Los ejecutivos irreemplazables quizás no lo sean tanto por bien pagados que estén. La gestión y la reputación de algunas empresas pueden ser difíciles y criticas. Los resultados han de medirse cuando están consolidados, así como sus recompensas. Lo privado no es mejor que lo público; quien así lo pregona que aclare su interés. El despido y la sindicación también lo será para los funcionarios. Lo ideal del capitalismo consiste en privatizar los beneficios y nacionalizar las pérdidas. Lo peor del comunismo es la falta de libertad para decidir que los bienes son de todos. Nuestra propuesta flexible y permanente está recopilada en el PCO, que entre muchas más medidas se contempla La Teoría del Cuadránculo. ¿Alguien había pensado algo político tan significativo?  

sábado, 6 de abril de 2013

CAMBIEMOS EL SISTEMA POLÍTICO, SOCIAL Y ECONÓMICO


Hay cosas que no se pueden cambiar si uno no está dentro del Sistema capitalista.
Bien sabemos que el capitalismo roba, mata y explota buscando ganar dinero. Sin miramiento alguno, no le importa qué potenciar con tal de hacer negocio: Drogas, alcohol, sexo, armas… Deja morir de hambre a millones de seres humanos mientras una sola persona dispone de ingentes cantidades de alimentos que se le estropean, palacios, propiedades y bienes que ni siquiera sabe que posee.
Ha llegado el momento de hacer frente a tanta depravación.
En España, por no hablar de otros países, están sonando alarmas y el Gobierno no parece darse cuenta. Algo grave puede acontecer. El paro no es ninguna broma. Los carritos llenos de comida salen de los supermercados. Los desahucios y sus muertos. Las preferentes y sus víctimas. Los embrollos de los Gúrteles, Eres y Bárcenas. Se roba a los pobres para dárselo a los ricos. “El principio de representación se rompe” y “afecta al equilibrio democrático” dicen, como si alguna de esas cosas existieran. ¿Quién se lo puede creer? La gota está colmando el vaso. El rumbo se ha perdido desde el momento que el poder se escuda en mentiras, imposturas, chanchullos, falsedades, enredos. No tienen fuerza moral (que si la bruta) para evitar iniquidades. Es como un padre de familia que cada día llega borracho a su casa y trata que sus hijos no beban y los atosiga y los hiere y se considera inmune de castigo.
Es necesario, al menos, la revolución de las ideas preconcebidas.
Que la gente se entere que este Sistema capitalista nos hace sentirnos libres cuando en realidad no lo estamos. Sólo somos juguetes en  manos del poder, porque a ellos no les afecta que haya o no democracia, crisis o corrupción. Los mandatarios europeos tampoco están exentos de responsabilidad. El Sistema es para una élite utilizando en su provecho a la mayoría
Es necesaria la innovación del sistema capitalista que se ha pasado de rosca y no se regula por sí mismo. Está podrido del mismo modo que se corrompen los regímenes totalitarios. El primero por no tener freno y el segundo por exceso del mismo. De ambos se pueden extraer los equilibrios que nos conduzcan al término medio.
Sobre las medidas prácticas para lograrlo vengo escribiendo en el presente blog.
Ni comunismo rancio, ni capitalismo salvaje. No basta con que nos vendan la moto, es preciso el carnet de conducir.  La democracia, la justicia, la libertad que preconizo, no se pueden dar careciendo el hombre de los medios imprescindibles para subsistir y tener criterio. Sin temor a equivocarme, declaro que ambos sistemas son manipuladores de recursos e ideas.
Cuando llegan momentos como los actuales las medidas han de ser drásticas. Los remiendos o las medias tintas no valen. Lo barato es caro. Es ineludible echar un vistazo a otros caminos no frecuentados. Ver otros horizontes. Contrastar nuevas alternativas. Todo ello salvaguardando al hombre y su dignidad, sin renunciar a los valores colectivos de una sociedad de bienestar e igualdad de oportunidades. Ha de establecerse una base flexible que proporcione duración y convivencia para todos. Les invito por tanto, a mostrar las críticas a las medidas expuestas en el este blog y estaré encantado en mostrarme totalmente libre, como hasta ahora, para responder a las mismas o enriquecerme con ellas “haciéndolas mías”.