jueves, 25 de julio de 2013

¿A QUÉ ESTAMOS ESPERANDO?

Ciertamente, no existe voluntad alguna, por parte de quien lo puede hacer, por resolver los problemas que han dado lugar a la situación calamitosa en la que nos encontramos.
La economía, como eje fundamental de la misma,  será la primera en necesitar una adecuada coordinación que globalice en una misma dirección todas las medidas en la búsqueda de lo que se pretende conseguir. La acción política, sin embargo, ha de ser la impulsora de las medidas a consensuar en tal sentido. Ésta es clara: No se puede avanzar hacía un capitalismo incontrolable, salvaje, injusto, donde la tiranía del dinero o del poder que lo sustenta, todo lo corrompa; ni tampoco hacía el rancio comunismo donde el Gobierno, en nombre del Estado, sea omnímodo, no cuestionable, dictatorial; privando a la libertad, en ambos casos, de ser independiente para decidir su propia destrucción, porque es ella, en último término, por una causa u otra, la gran perdedora.
Opté, a la hora de elaborar el Proyecto de Ciudades Ocupacionales (PCO), por el punto medio, protegiendo siempre  la soberana libertad personal. La economía ha de proporcionar la base del bienestar a la gente. La transición personal modificará  su conducta y la política se irá remodelando hasta alcanzar las alternativas más positivas para cada momento.
Con un Gobierno como el actual es impensable conseguir un bienestar general. Su política sólo tiene una dirección económica, enalteciendo lo privado sobre lo público, sin que preocupe quiénes mueran en el camino, ni cuántos lleguen. Es como una la guerra de tierra quemada. Cuando la crisis se supere, la indigencia, los pobres y mucha clase modesta no habrán sobrevivido, esta última entonces, se relanzará en persecución de los ricos que no logran codearse con los poderosos y, volviendo a las luchas indecentes entre ellos, abusarán con las armas de los chantajes, corrupciones, prepotencias, (operativas permitidas como ahora) para crear nuevos pobres y más miseria; salvo que una revolución se imponga desde fuera.
Con otro Gobierno de color bien distinto ocurrirá lo mismo, por mucho que nos digan poner de su parte la mejor voluntad; sencillamente, tomarán caminos opuestos sin compartir nada con los que piensan de otra manera; sin preocuparles que es imprescindible considerar a los demás, con sus criterios, sus puntos de vista hasta llegar a un término equidistante que no satisfaga por completo a ninguna de las partes, aunque ambas se beneficien. Unos y otros tienen sus sitios colocados en ambos lados del río, siendo sus dos riberas, incapaces de ceder o convivir, sin querer ponerse de acuerdo.

Para obtener resultados positivos de entendimiento, hay que innovar de manera diferente, sin vencedores ni vencidos (léase no intereses de: empresario-trabajador, propietario-inquilino, estudiante-profesor, comprador-vendedor, izquierdas-derechas).  Hay que tener en cuenta los aspectos conductores que clama el saber popular (considérese lo político como sinónimo de mentira, donde la justicia no es igual para todos, pensando que cuando el río suena agua lleva o dime de que presumes y te diré de que careces, hasta el extremo de ignorar los daños que las corrupciones como las drogas provocan). Hay que encomendarse a que el milagro de la Paz y el Amor nos unan sin más, porque los hombres somos incapaces de hacerlo, manteniendo una lucha de clases absurda, en lugar de cambiar el Sistema de una España triste y nada persuasiva. Implantar el PCO es difícil, pero no  imposible. Es mayoría los que queremos más igualdad de oportunidades, mejor distribución de la riqueza y de cargas,  justicia eficaz,  libertad y respeto, abolición de delitos, felicidad social y personal. ¿A qué estamos esperando?

domingo, 21 de julio de 2013

A MODO DE EJEMPLO

En la anterior entrada di a conocer, desde mi prisma personal, en qué consiste una Revolución Pacifica, haciendo saber que se está realizando en España de manera admirable. Destacar el grupo de personas que encabeza Ada Colau, dialogando, actuando, recurriendo a la ley más superior; la de los derechos humanos que está por encima de cualquier costumbre, norma o ley partidista e interesada que deja en desamparo a la persona: No hay nada tan trascendental o tan importante por lo que luchar.
Hoy en día, amparados en una severa crisis donde ni la más mínima esperanza de recuperación se atisba,  ni siquiera a largo plazo; los dirigentes políticos investidos de toda clase de protecciones no resuelven sino en provecho propio, hasta lograr plaza fija, con todo merecimiento, en el  Pódium de los males que nos afligen. Los ciudadanos con conciencia plena, libre y pacíficamente,  de forma individual respetando las leyes, hemos de ir tomando iniciativas para irnos liberando de las miles de corruptelas que nos  están asfixiando.
Las leyes injustas, por ejemplo, aquellas que atentan impunemente con el deber de que cada cual se pueda ganar la vida trabajando dignamente, han de ser derogadas y para ello hemos de actuar a nivel individual y/o  colectivo. No tolerar a un Gobierno que así no lo hace, que abusa imponiendo desmedidos impuestos y sacrificios a los que menos tenemos, en beneficio de unos pocos, con excesivas prebendas que no ceden: Habrá que hacerles frente.
Invito, igualmente, a que cada uno de nosotros aportemos SOLUCIONES INDIVIDUALES Y PACIFICAS que podamos realizar. Es posible que las pequeñas cosas, día a día, vayan minando las fortalezas que ahora se consideran inexpugnables; los palacios de las injusticias que se han creado con la apatía de la gente. No consintamos que en aras (a no se sabe qué) nos priven de nuestros derechos. No renunciemos por insignificante que sea a lo que nos pertenece.
Ciertas mafias regalando a nuestros jóvenes drogas los hacen adictos para vender, a la postre, su mercancía, sin preocuparles que el consumo les arrastra a la muerte;  similares prácticas a las que emplean compañías, entidades bancarias, por ejemplo, regalando productos o servicios para crear costumbre y antecedentes y, posteriormente, cobrarlos a precio de oro.

Si las personas de a pie estamos retrocediendo en bienestar y aumentando las cifras de paro,  (economía y  desempleo, los otros dos componentes del Pódium de los males) de la misma manera hemos de ir contra aquellos que nos lo provocan. ¿Quién no se acuerda de los beneficios que nos prometían domiciliando nuestros recibos en entidades financieras, cajas y bancos? Y accedimos eliminando cobradores, reduciendo costos a las empresas, obteniendo comodidad. Pues bien, ahora no sólo no nos beneficia sino que nos cobran comisiones, gastos e impuestos por mantener las cuentas que lloraban por que abriéramos domiciliando cobros y pagos. Y castigan los depósitos con gravámenes, que no tendríamos, de tener el efectivo en casa. ¿Quiénes más son los provocadores? Tal vez, vaya siendo hora de ir pensando en ello e ir dándolo a conocer para no caer en manos de mafiosos, que son asociaciones de malhechores cuyos fines espurios los camuflan con beneficios a la gente que no son tales; al contrario, se justifican con reducciones de gastos para algunos, ánimo de lucro para otros, siendo subterfugios impíos. Ya está bien de tanta mentira, de tanta cara dura, cuando sabemos que detrás del movimiento un preboste corre los gastos por doquier, sin miramiento alguno. Y estos salen de los impuestos que pagamos,  sobretodo, los que tenemos una nómina: pobres diablos de los que se ríen a espuertas. Riamos nosotros también a modo de ejemplo.

martes, 16 de julio de 2013

LA REVOLUCIÓN PACÍFICA

Es el tiempo de conducirse pacíficamente contra quienes abusan de su situación de privilegio sin considerar la realidad. A modo de ejemplo y con carácter general:
Contra los partidos: Votar en blanco o a un partido moderado que se establezca o que no haya gobernado. No asistir a los actos propagandísticos de ninguno: son mentiras.
Contra la Iglesia: No visitar ni monumentos ni iglesias o palacios del clero que cobren. Han sido hechos por el pueblo y no son de su propiedad. Todos sus servicios los efectúa en negro.
Contra los bancos: Evitar tener cuentas, cancelando aquellas que cobren por todo. Reclamar. No domiciliar nóminas ni recibos. No permitir números rojos. Manejar efectivo hasta que éste sea abolido. Su interés es su beneficio, no el nuestro.
Contra grandes empresas: Evitar domiciliar pagos, (agua, luz, teléfono, gas, seguro, etcétera) y que vengan a cobrar sus suministros o servicios a casa. Facilitar sólo datos imprescindibles.
Contra la Administración: No domiciliar los impuestos. No comprar loterías, ni productos con impuestos abusivos (carburantes, tabacos, alcoholes). No visitar museos que no sean gratis. No facilitar sus tareas. Confeccionar la declaración de la renta a mano. No marcar cruz alguna a favor  de nadie. Hacer uso de todos nuestros derechos. Reclamar y denunciar arbitrariedades. Dar a conocer los abusos que se conozcan a través de los medios digitales.  
Seguros  y otras compañías: No hacer seguros médicos. Ni de defunción. Ni planes de pensiones. Ni fondos de inversión. Ni plazos fijos. Ni tarjetas de crédito o débito que cobren.
Televisión: Ni verla. Sustituirla por libros y otras distracciones. Borrarse de las televisiones de pago y no contratar sus servicios. Además del fútbol hay otras distracciones.
Ayuntamientos: Enterarse asistiendo a las deliberaciones de los asuntos que traten. Denunciar a los políticos que meten a los suyos a dedo, a los que cambian  normas en beneficie propio  o de sus allegados y, sobretodo, rechazar las subidas abusivas de los impuestos.
Cuestionar todo. Lo normal no es como ellos dicen: a todos no les tratan igual. No contratar, ni comprar si se puede pasar sin ello. No importa quien lo diga: hay que entenderlo bien. Si no está claro rechácelo. No se preste a ninguna encuesta y no tenga consideración con quien le llama para molestarle y sea respetuoso con quien lo sea con usted. No tolere injusticias y reclame. No ceda por compasión, los asuntos comerciales carecen de ella. Advierta, denuncie y no se conforme con cualquier cosa.
La Revolución Pacifica es la lucha consciente y  sensata, pese a las molestias que originen, por insistir y mantener los principios de normalidad sin permitir que nadie ni nada vulnere impunemente los derechos que nos están recortando en aras a injusticias y excusas sin sentido.
La Revolución Pacifica puede llegar hasta la desobediencia civil, el no pago de impuestos, la respuesta decidida con acciones ante arbitrariedades e iniquidades por parte de los poderes que no son consecuentes con la situación actual. Es un mecanismo que ya está en marcha en España y que no ha de cesar hasta conseguir la Honorabilidad, Transparencia y Rentabilidad.


sábado, 6 de julio de 2013

PRETENSIONES

Al comienzo la ignorancia me llevó a pensar, que escribir a través de los medios digitales, daría lugar a que lo escrito tuviera un efecto expansivo y fuera conocido por todo el mundo; pronto me di cuenta que ello no era así sino que, como la lluvia, el viento u otro fenómeno, dependía de otras muchas cosas tales como su carácter local, catastrófico, peculiar, etcétera, además de ser popular. Comprendí que, para mayor difusión, entre otros muchos aspectos, destacan el escándalo, la exageración, la calumnia, el engaño de los que muchos escribientes u oradores abusan. Pese a ello o, por tal razón, en mi caso, seguiré en la línea emprendida, aunque no me falten tentaciones de comentar exabruptos y cuestiones escandalosas que acontecen. Acotaré la escritura por algún tiempo en lo que creo podría ser de gran ayuda no sólo a nuestro país sino para el conjunto de las naciones donde la mayoría de sus gentes son respetables y buscan su bien propio y, por ende, el bien común. Por tanto, continuaré abordando el Plan de Ciudades Ocupacionales (PCO), sus referenciadas medidas representativas de una mejora global de la totalidad de las personas, físicas y jurídicas, independientemente de la ideología que tengan aquéllas. El PCO está pensado para satisfacer a todos y no agradar a nadie.
Vuelco a continuación notas sueltas para reflexionar, relativas a su implantación:
-          La primera mujer fue seducida por el diablo. De ahí que la mujer deba evitar cualquier tentación, cubriendo su cuerpo y apartándose de cualquier varón que no sea su marido o su pariente, ¿a quién se le puede ocurrir eso?
-          Que rabia no saber si es complejo o fobia el asco que nos produce la corrupción.
-          La proximidad entre los emigrantes españoles es más intensa, por lo general, que entre familiares o amigos residentes en España.
-          Nuestra madre no necesita de formulas matemáticas para saber de economía: Bien que separa en sobres los importes para los distintos gastos fijos-posibles que realiza cada mes. Está al tanto de no endeudarse, salvo fuerza mayor, ya que ahogaría su crecimiento al no tener dinero siquiera para el pago de intereses.
-          ¿Cómo es posible haber llegado, o permitido llegar, a esta situación económica?
-          Si el cargo político pertenece a su titular (una persona física) y no al partido que representa, ¿por qué, entonces, no hay listas abiertas?
-          No debería ser admisible que a nombre de una persona jurídica existan bienes y derechos que sólo una persona física pueda utilizar, salvo que sea transitoriamente o formen parte de su explotación. ¿Dónde viven? ¿Cómo conducen?
-          ¿Cómo conociendo errores (los Eres,  Bárcenas, Gurtel, etcétera) no se han tomado medidas drásticas inspiradas en evitarlos? ¿Cómo seguir ninguneando a la Honorabilidad, Transparencia y Rentabilidad? ¿Qué se pretende esconder permitiendo la no transparencia a determinadas instituciones? ¿A qué esperan los poderes para pedir perdón a las personas de a pié, en nombre de sus correligionarios, al no haber sido buenos ejemplos a seguir? ¿Acaso, no se ensalzan o presumen de lo contrario?
-          Medidas necesariamente duras (como devolver lo robado) es lo que la justicia ha de aplicar. El Gobierno ha de reestructurar a los poderes, sus asesores e impunidades; los explotadores, sus dineros y atribuciones; las energías, los alimentos, las medicinas; bastante tenemos nosotros con poder pagar a todos ellos, mientras la Revolución pacifica calla y sufre, tolerando las condiciones que se nos impone.

-          Tender (crear o innovar) hacía una sociedad más igualitaria no es una utopía, es lo que se prende conseguir con el Proyecto de Ciudades Ocupacionales del presente Blog.