sábado, 25 de octubre de 2014

SI DE MÍ DEPENDIERA (3)



Recapitulemos: El 28/9 anulábamos el dinero físico y creábamos el pleno empleo. El 11/10 potenciábamos a las empresas y regulábamos las rentas de las personas físicas. Hoy, la tercera entrada del Si de mí dependiera, nos extenderemos sobre esto último.
Potenciar a las empresas es permitirles el despido libre y ajustar sus sueldos laborales. Bien. A modo de ejemplo, ténganse en cuenta la normativa general de las tablas de despido y la regulación de las rentas para las personas físicas. La primera habla del cálculo a efectuar considerando la antigüedad reconocida y años del trabajador[1]. La segunda determina, que el sueldo más elevado no podrá superar 17 veces al  de menor importe, ni ser inferior al mínimo de subsistencia establecido por la Administración. Y que las rentas no se diferencien  53 veces.
Las empresas y los autónomos, junto con la Administración, son motores de la economía y del empleo, necesitados de una permanente  financiación y vigilancia, se habrán de  ajustar a:
1.- No servir de pantalla legal, tapadera comercial o sociedad interpuesta para cometer acciones ilícitas, delictivas o desleales. A tal fin la Administración  establecerá un registro de titulares, socios, participes y cargos; sus ceses y nombramientos, sus funciones y fines, además, exigir la presentación de sus cuentas. El beneficio será equitativamente repartido.
2.- No tener en sus balances bienes y derechos cuyo uso no le es privativo. Salvo que sean sus  mercaderías. Una persona jurídica ni come, ni conduce y carece de necesidades fisiológicas; por tanto, a su nombre, no tendrá vehículos, casas, yates, fincas, etcétera por mucho que los individuos que la forman los precisen por causas caprichosas o para su desempeño laboral. Empresas ajenas, dedicadas a tales menesteres, serán contratadas al efecto. Ningún miembro se ha de beneficiar gratuitamente con lo que debe ser  incremento de su sueldo.
3.- No dar pérdidas durante tres años seguidos o cinco alternos en un plazo de siete. Motivo suficiente para proceder a una expropiación y liberar a sus dueños de más quebrantos.
4.- No saltarse las normativas contables dispuestas para las Revalorizaciones, Amortizaciones, Pérdidas, Dividendos, Provisiones, Inversiones, Cotizaciones en bolsa, Transacciones atípicas.  
5.- No mantener cuentas en los lugares llamados Paraísos Fiscales.
6.- Exigir a la Administración financiación adecuada, que les será concedida obligatoriamente de cumplir los criterios de viabilidad que hayan sido publicados por la misma al efecto.
 7.- No efectuar  ni recibir sin autorización donaciones, herencias o prebendas, así como crear fundaciones. Además del ánimo de lucro, su objetivo añadirá cumplir con el bien común.
8.- Limitar los plazos y los cargos de su personal. Los intereses del hombre (la persona física) en busca de su felicidad prevalecerán al de la persona jurídica y ocuparán un nivel superior.
9.-  Decidir qué hacer con parte de su propio capital (legado social forzoso de todo  finado) que, mientras vivió, tuvo exentos de tasas los dividendos, será imputado como beneficio.
10- Convertirse en sociedad los autónomos y los profesionales al superar los 60000 euros al año de facturación, por ejemplo.


[1] Ver página 35 de 5Fórmulas para el bienestar de España.(Se regala con la compra de la novela Escape)

sábado, 18 de octubre de 2014

¿CONNIVENCIA ENTRE EL PODER ECONÓMICO Y EL POLÍTICO?



Asistí  a una conferencia sabiendo que era patrocinada por Podemos. Tenía interés en saber cómo iban a resolver el tema de la Deuda (de alcanzar el poder) ya que trataba sobre la misma. He de confesar que me sorprendió, no respecto a lo que consideran, no sin razón, Deuda Legítima (cuyo engorroso destapar generará, de llevarse a efecto, verdadera cazas de brujas o conflictos irreparables, nada comparable al proceso islandés) sino a que su programa político, como el resto de los programas, omite o no contempla abolir el dinero físico. Y, ¿por qué no?
Me choca que uno de los medios más eficaces para controlar los desmanes opacos, los negocios de las mafias,  la venta de armas, drogas, trata de personas, chantajes, evasión de capitales, corrupciones, etcétera, no quieran establecerlo. ¿No será porque también dejarán huella las connivencias entre empresarios y políticos y las trazas de prevaricación y cohecho podían ser fácilmente descubiertas? Bastaría un simple seguimiento, a través de un extracto bancario para descubrir a los impostores. (Difícilmente habrían descubierto el entramado de las tarjetas de Caja Madrid y Bankia, si el dinero lo hubieran repartido en sobres, bolsas de plástico o deportivas como dicen sucedió en el PP, en el caso Malaya o Pujol respectivamente).
Privar de libertad o de iniciativa para emplear el medio que la gente estime oportuno es una de las explicaciones que esgrimen para su no instauración. Y tendrían razón en  tiempo pasado no en el actual, donde las técnicas a nuestro alcance (y me refiero a España y otros países avanzados)  no causarían problemas y la decisión particular no estaría cercenada porque lo está ya. ¿Acaso, podemos pagar los impuestos, los recibos de luz, gas, teléfono, la cuota de la hipoteca, etcétera o cobrar casi la totalidad de nuestros ingresos y rentas en efectivo, sin que medie una cuenta corriente? ¿A quién le interesa que no se suprima el dinero físico?
Otra razón aducida, que también oí, es que al suprimir el dinero físico, los medios de pago serían monopolizados por entidades bancarias (hoy por cierto, y no sin motivo, perversas,   denostadas y criminalizadas) y me pregunto, ¿la fabricación de moneda, tanto en metal como en papel, no está monopolizado? Otra cosa sería, que el Estado no ponga freno a los abusos de gastos de mantenimiento de cuentas, expedición y uso de tarjetas, etcétera. ¿A quién o quienes les interesa que el dinero físico no sea abolido?
No se esgrimió en la charla otros inconvenientes para no erradicar el dinero físico, pero yo apuntaré alguno. Me refiero a transacciones de pequeños importes (compra de pan, pago de una consumición, un préstamo súbito a un amigo u otros) que pueden temporalmente realizarse de no erradicar la moneda o calderilla y que a nadie perturbaría. ¿A quién le interesa permanecer en el anonimato para cobrar y pagar? Desde luego no a la gente que nada tiene que ocultar. No a los trabajadores, ni a la clase media y sí a superiores intereses. Desde luego a los que no les interesa quitar el dinero físico son a los señores de la “casta”. ¿A qué teme Podemos? ¿Por qué no establecer el medio más eficaz de seguir la pista a los defraudadores?  Bien que alardean citando que las inspecciones fiscales sacarían a la luz unos 40.000 millones de euros. ¿Cómo quieren hacerlo si no tapan el principal agujero por donde se escapan? ¿Creen que los inspectores tienen  en su poder un recurso tan poderoso como este para controlarlo? ¿Por qué no lo llevan en sus programas el resto de los partidos? ¿Acaso, no están interesados en acabar con el dinero negro, las estafas, los chanchullos o es que convivir entre mangantes impunes les pone?  Mi voto cambiará a favor del partido que se comprometa a que deje de existir el dinero físico. El resto de medidas las iremos debatiendo.

sábado, 11 de octubre de 2014

SI DE MÍ DEPENDIERA (II)



Situémonos: El dinero físico no existe (temporalmente puede manejarse únicamente la moneda) y la totalidad de los movimientos económicos pasan a través de cuentas bancarias. Ya todo el mundo tiene trabajo y a nadie le ha de faltar donde ocuparse, si quiere ganarse la vida. A cambio percibe un salario mínimo de subsistencia, que le cubre la salud, alimentación, educación, cobijo y vestido; suficiente para vivir dignamente, sin rebuscar en cubos de basura, implorar a la caridad o recurrir a la mendicidad. Esta fue la primera medida puesta en marcha (Ver SI DE MÍ DEPENDIERA (I), entrada de hace quince días) para cambiar el mundo innovando el sistema económico. A nivel de  Estado, procede pues, controlar gastos (equilibrar los presupuestos) y acometer ajustes:
CUALQUIER INSPECCION  PASA POR VER EXTRACTOS BANCARIOS Y ADIÓS A LAS SUBVENCIONES, A LOS SUBSIDIOS, A LAS PRESTACIONES POR DESEMPLEO, A LA CARIDAD  Y A OTRAS AYUDAS RELACIONADAS CON LA FALTA DE TRABAJO, QUE NO SON SINO EL FRACASO DE LA SOCIEDAD LIDERADA POR EL GOBIERNO Y PERMITIDA POR TODOS NOSOTROS.
Ya fueron abortados los caraduras que trabajando cobran el paro y quitan empleo a otros trabajadores; los que pagan sueldos miserables, aprovechándose de la situación actual, como si la gente fuera esclavos, convirtiendo a muchos estupendos empresarios en malhechores; los que eluden pagar a la seguridad social o escaquean impuestos porque no creen en la sociedad, ni confían en que revertirán en sus propio beneficio y los otros bandidos ocultos. Ya va siendo el momento que el Estado,  ante el nuevo escenario producido, establezca controles, arbitre medios y ejerza su autoridad sancionadora, a fin de lograr ingresos que aminore el excesivo endeudamiento ocasionado, que se ha visto obligado a asumir. La eficacia para que se ejecuten las medidas dependerá, no sólo de la Administración sino de terceros (con intereses desconocidos) por lo que la vigilancia de ésta es fundamental.
Mientras se desarrollan las acciones emprendidas, si de mi decisión dependiera,  anunciaría a bombo y platillo, una nueva medida: Independencia y potenciación para las personas jurídicas y regulación de las rentas para las personas físicas.
Para cumplir con la primera, a las empresas se les facilitará el despido libre y la propia elaboración de sus costos laborales (en determinadas condiciones generales, que daremos a conocer en próxima entrada). La partida de Gastos de personal en toda empresa es de las más importantes; en ella se incluirían, naturalmente, pagos a la Seguridad Social y Retribuciones (dietas, representación, alimentos, viviendas, planes de pensiones, seguros, participaciones, acciones, comunicaciones, formación, etcétera; así como los emolumentos, primas o sueldos pagados a los miembros del consejo de administración, considerando a todos ellos empleados de la misma).
La empresa es  una de las personas jurídicas más importantes para la creación de empleo y riqueza y, por tanto, reforzarla y favorecerla para su desarrollo es de todo punto vital, incluso, hasta la anulación del pago de sus impuestos por crear trabajo y fortuna, por reinvertir en investigación, generar confianza apostando por las cosas bien hechas y una  producción de calidad y rendimiento, antes que cantidad y precio. La empresa, sin embargo, no puede servir de tapadera para el enriquecimiento privado, ni para el ocultamiento de bienes y derechos, ni para, desde ella, cometer ilegalidades. La persona jurídica ha de ser independiente, a todos los efectos, de la persona física. Similar a lo público de lo privado.

domingo, 5 de octubre de 2014

CATALUÑA



¿De veras los habitantes  de Cataluña están pensando en la independencia de ese territorio? ¿Están locos? ¿No se dan cuenta que las personas que lo provocan ganan 20.000 euros al mes, mientras ellos no pasan de los 700? Acaso, ¿creen que les subirán el sueldo? Las personas nos ganamos la vida allá donde podemos. Ya las guerras, el más tondo lo sabe, a pocos beneficia. Tal vez, a los vencedores, que son muy listos para contarnos lo que les interesa, sin decir que no les hubiera importado estar en cualquier bando. Pero, ¿quiénes serán los vencedores de esta iniciativa, de esta contienda, de esta cruzada, de esta rebelión? Llámenla “Derecho a decir” o como quieran, pero piensen: ¿Quiénes fueron siempre los beneficiados? Desde luego ¡está claro!  Nunca lo fue el pueblo y menos aún, esas personas de a pié que necesitan de su trabajo (y no de artimañas) para vivir. A la cabeza me vienen acaecidos pasados, que nos podrían ilustrar y todos conocen; sin embargo, tengo la sensación que, sencillamente, los que mandan quieren seguir chupando como sea; poco les importa a ellos la independencia y sí sus intereses o los de su familia y amigos que, como otros muchos sucesos similares, se arraciman igualmente a mi caletre.
La verdadera independencia está en uno mismo y no en la forma política con que se dirige un territorio. Un territorio (sea cual sea) se fue separando física y políticamente de un todo que a nadie en particular pertenece. Se han sucedido apropiaciones, conquistas, expolios, pero ninguna sangre justifica su utilización. Los hombres hemos de tender a caminar libremente por todos los parajes de La Tierras, sin fronteras y sin enfrentamientos. Son tiempos de romper muros y no de realizarlos.
Cataluña, ese territorio maravilloso, donde siempre sus gentes me acogieron estupendamente,  como el resto del planeta, también me pertenece y lo hago mío. Su estructura social no se diferencia a la del resto de España, ni siquiera a la del resto de Europa (para la que deseo una ley formal que nos una) debe propiciar la mejora de todos sus habitantes, pero eso no se consigue separándoles del resto de las personas. Ya me gustaría a mí no pagar el ascensor porque vivo en un bajo o no implicarme en mantener la limpieza del mar porque vivo tierra adentro o, ¿qué se yo?, no asistir a los lamentables espectáculos de Blesa, Pujol, Luis El Cabrón o un largo etcétera, que ni conozco, pero que he de asumir y luchar porque no sucedan. Los iluminados que propician la desunión pertenecen a otros tiempos o yerran; la democracia por ello no está en juego; hay otras cuestiones que si la hacen tambalear y hemos de mirar más alto. ¿Quién y cómo económicamente nos manda en Europa? ¿Por qué permiten que los de a pié nos peleemos? ¿Por qué no anulan el dinero físico y evitan robos, fraudes, sobornos, mafias?  ¿Por qué no quitan el paro colocando a todos con el dinero del B.C.E. para que puedan subsistir? ¿Por qué no limitan rentas y cargos? ¿Por qué no dan ejemplo con las prácticas austeras que predican? ¿Por qué no separan los bienes y derechos de las personas físicas de los de las personas jurídicas? ¿Por qué no se extienden los bienes y derechos más allá de la muerte? ¿Por qué no se regulan las malas prácticas que todos sabemos que existen: la venta de armas, las drogas, la prostitución, los paraísos fiscales, los intereses espurios? ¿Por qué carecen de responsabilidad los políticos y sus partidos?. La mayoría de los que habitan en Cataluña quieren lo mismo que el resto de la gente y ¿por qué? Porque la gente queremos vivir en paz y dignamente, sin problemas y en armonía, con una educación  y una justicia gratuitas, que nos permita decidir libremente y en igualdad de oportunidades. ¿Quiénes están  interesados en lo contrario? Aquellos que ésto no les interesa  y su codicia (de poder o de riqueza) les arrastran hasta el final, hasta creérselo.